Existen infinitas maneras de ser la madre “perfecta”. Su amor no es comparable a nada en el mundo; es poderoso, incondicional, sincero, no conoce límites.
Ella entiende, perdona, cuida, protege, enseña, olvida y sufre y a pesar de todos sus errores, siempre vuelve a intentarlo de nuevo como si fuera el primer día.